
Las clínicas y sanatorios de Río Negro están al borde de interrumpir por tiempo indeterminado sus prestaciones al IPROSS, debido a una millonaria deuda que mantiene la obra social.
Ayer, la Federación de Clínicas rechazó una propuesta de pago -en cuotas- hecha por el gobierno, calificando el ofrecimiento de “ilógico y discriminatorio”.
La entidad reclama una deuda que trepa los 65 millones de pesos por prestaciones brindadas desde fines de 2015 y que incluyen todo el 2016.
Sin embargo, el IPROSS reconoció un pasivo de aproximadamente 55 millones y ofreció cancelar este monto en cuotas.
“Seguimos perdiendo. Los insumos, los medicamentos, toda la estructura que significa mantener cada entidad es un costo que ya asumimos y necesitamos recuperar. Queremos seguir dialogando, no queremos una pelea, queremos interlocutores válidos. Nuestra intención no es realizar medidas de fuerza, sino seguir prestando servicios y trabajar como corresponde”, sostuvieron desde Feclir.