Los trabajadores de la Legislatura de Río Negro no tendrían ningún aumento salarial en octubre, por lo que peligra la realización de la sesión de mañana.
En el trimestre julio-setiembre la suba fue del 17%, mientras que la inflación nacional durante ese período fue del 20,6%.
En los últimos años este sector obtiene similares recomposiciones que el Poder Ejecutivo provincial.
Todos los gremios intentan recuperar terreno en los últimos tres meses del año, lo que llevó a que las negociaciones entre el Poder Ejecutivo rionegrino y los sindicatos se aplazaran hasta el lunes próximo.
Si ese día hay acuerdo, lo que no es ninguna seguridad, recién después se sentarían a dialogar las autoridades de APEL y la Legislatura, por lo que no habría tiempo para aplicar ninguna mejora al momento de liquidar los haberes.
Ante esta situación, el gremio que lidera Gustavo Morón se declaró en estado de movilización y alerta permanente, convocando a una asamblea para mañana a las 7:30, media hora antes del inicio programado de la sesión.
La actual conducción de APEL y los afiliados tendrán en sus manos, en ese encuentro que se llevará a cabo a pocos metros del recinto, si aguardan definiciones o adoptan medidas de fuerza, lo que implicaría la suspensión de la sesión.